Cuando el corazón duele (Parte 2)

Bueno, ella se llama Aroa. Después de las lágrimas y toda la confusión por la que pasé esa semana todo me quedó más claro, me dí cuenta de que lo único que había sentido por ella y por todas las chicas de las que me había enamorado era un simple cariño, un fuerte cariño pero no las quería, y lo más importante, no me atraían. Entonces estaba totalmente seguro de que era gay.
Luego, conocí a mi primer amor, un sábado 11 de Septiembre que, nunca olvidaré.
Vivimos un mes muy intenso y lleno de amor, pero las cosas eran complicadas y el amor se acabó.
Acabamos muy mal, desgraciada, en el parkig de la zona escolar gritándonos y yo tirando al suelo las cosas que me había regalado mientras las sacaba de la mochila, y él tirando las mías mientras nos gritábamos que no nos queríamos volver a ver, y todo el mundo nos miraba. Lo pasé mal, y nunca olvidaré ese día, más bién, nunca olvidaré ningún día de los que pasé con él. Me dejó una vez, cuando faltaba una semana para hacer un mes, volvimos, y me volvió a dejar al mes y medio, osea tres semanas después de la primera vez que me dejó.
Israel, nunca habrá nada como él.
A la semana de tener el corazón roto y ya no verle sentido a la vida sin él, sin entender el amor, y sin saber porqué, encontré cobijo en un amigo, y me enrollé con él, pero fue una tarde, y sin sentido, simplemente necesitábamos alguien a quuién besar, porque sí, sin ninguna razón concreta.
Ahora me tengo que ir de nuevo! Pero os prometo que acabaré de contar la historia, hasta el día de hoy.